¿Qué son los pelos enquistados en las axilas?
Los pelos enquistados o encarnados ocurren cuando el folículo de vello en la zona de la axila queda “atrapado” debajo de la piel, en vez de crecer hacia afuera de manera natural. Esto sucede cuando el vello se retuerce hacia adentro de la epidermis o crece de manera paralela a la piel, lo que causa irritación e incomodidad. Cualquiera puede verse afectado por la aparición de pelos enquistados, independientemente de su género o tipo de vello.
Es importante tener en cuenta que los pelos enquistados en la axila no constituyen un problema médico serio, pero pueden ser realmente incómodos.
Signos y síntomas de que hay pelos enquistados en la axila
Identificar los síntomas y signos de que hay pelos enquistados en la axila es esencial para detectarlos tempranamente y tratarlos a tiempo. Algunos indicadores habituales de que han aparecido pelos enquistados en la axila son los siguientes:
Enrojecimiento e inflamación de la piel: los pelos enquistados causan a menudo enrojecimiento e inflamación alrededor de la zona afectada, con lo cual la axila se ve hinchada e irritada.
Granos o quistes dolorosos: los pelos enquistados pueden ser dolorosos, creando granos o quistes. Estos granitos pueden estar llenos de pus y causar dolor cuando los tocas.
Picor e incomodidad: los pelos enquistados pueden causar picazón e incomodidad en la zona de la axila. En ocasiones, esto incluso dificulta mover los brazos con libertad y se siente la irritación al hacerlo.
Oscurecimiento de la piel: la presencia prolongada de pelos enquistados en la axila puede conducir al oscurecimiento o hiperpigmentación de la piel en la zona afectada.
Causas de los pelos enquistados en la axila
Entonces, ¿qué causa que aparezcan pelos enquistados en las axilas? Algunos de los factores comunes que contribuyen a que esto ocurra son los siguientes:
Técnicas inadecuadas para depilar las axilas: rasurar muy cerca de la piel o a contrapelo, utilizar maquinillas con cuchillas desafiladas o aplicar demasiada presión al rasurarse pueden aumentar la probabilidad de que aparezcan pelos enquistados en las axilas.
Usar ropa ajustada: utilizar ropa muy ajustada, particularmente en la zona de la axila, puede provocar fricción y aplicar presión sobre el área, lo cual ocasiona la aparición de vellos enquistados. Evita usar camisetas ajustadas o sujetadores que rozan excesivamente con las axilas.
Sudor excesivo: el sudor excesivo puede crear un ambiente húmedo que contribuye a tapar los folículos pilosos. Esto, a su vez, conduce a la aparición de pelos enquistados en las axilas.
Prevención de los pelos enquistados en las axilas
Si te preguntas cómo prevenir los pelos enquistados en las axilas, puedes probar algunos de estos consejos útiles:
Exfolia tu piel a menudo: exfolia la zona de la axila con gentileza, usando una esponja suave o una toalla exfoliante para eliminar las células de piel muertas y prevenir la acumulación de suciedad capaz de obstruir los folículos pilosos.
Humecta la piel: mantén la piel de la axila adecuadamente humectada para conservarla saludable y evitar la sequedad que puede contribuir a la aparición de pelos enquistados.
Elige métodos para depilar las axilas apropiados: opta por las técnicas de depilación que funcionen mejor para ti y para tu piel, tales como usar una maquinilla de afeitar afilada con gel lubricante. La depilación con cera o con láser son métodos para depilar las axilas alternativos que también puedes considerar.
Evita llevar prendas ajustadas: usa ropa holgada, que le permite a la piel respirar y reduce la fricción en la zona de las axilas, con lo cual se minimizan las probabilidades de que aparezcan pelos enquistados.
Mantén la zona de la axila seca: después de hacer ejercicio o sudar mucho, seca bien las axilas para evitar el exceso de humedad, que puede contribuir a que aparezcan pelos enquistados.
Consejos para tratar los pelos enquistados en las axilas
Si tienes pelos enquistados en las axilas, sigue estos simples consejos:
- Evita pellizcarlos o rascarte la zona.
- Aplica compresas tibias para relajar la piel y abrir los folículos pilosos.
- Usa una maquinilla de afeitar de buena calidad, como la Venus, y gel de afeitado Venus para rasurarte de forma suave y cómoda.
- Renueva tus maquinillas de afeitar a menudo para evitar que acumulen suciedad.
- Rasura la zona en la dirección en la que crece el vello, siempre con pasadas suaves y sin aplicar demasiada presión.
- Humecta la piel después de depilarte con una crema humectante no comedogénica.
- Consulta a un dermatólogo si los pelos enquistados persisten o se infectan.